Noche Vieja
ES LARGO PERO MERECE LA
PENA, QUE PECHA DE REIR.
Eso lo dice mi amigo Antonio
Camian que lo ha copiado de
"Cádiz: Su habla y su gente"
Empieza así, yo casi no he podido terminar de la risa :
¡Dentro de nada... Nochevieja, ¿eh? ¡Qué estrés!Yo en Nochevieja me
siento... me siento... no sé, me siento como un toro, ¿no? Cuando llega la
fiesta miro alrededor y me da la sensación de que todo el mundo se lo está
pasando bien, menos yo.
El estrés comienza con la cena. Aquello parece una
prueba del Gran Prix:
Tienes que llevar calzoncillos rojos, tener algo de oro para meterlo en
la copa, preparar las doce uvas... Y contarlas varias veces, porque, como son
todas iguales, te equivocas: Una, dos, tres, cuatro...una, dos, tres, cuatro,
cinco, seis... Esta pocha. ya la he contado... Una, dos... siete, ocho...
¡Joder, las doce menos veinte! ¡Chavalín, trae el Rotring, que las voy a
numerar, como en el Bingo! Y tu madre:
-¿Queréis venir, que se enfrían las gambas? Que esa es
otra: te tienes que comer todo lo que está en la mesa... ¡antes de las doce!;
que, con las prisas, más que pelar gambas, parece que estás desactivando una
bomba. ¡Coño, las doce menos diez!
Y no eres el único que está agobiado, ¿eh? No hay más
que ver la tele.
Allí están Ana Obregón y Ramón García, explicando a toda España como
funciona un reloj. Acojonados por si se equivocan:Cuando la aguja pequeña esté
en las doce y la grande también...serán las doce. ¡Coño, como todas las noches!
Y entonces bajará la bola y... lcla, cla, cla... Din
-¡GLUP! -don... -¡Ah no, que son los cuartos!
Din-don... -¡Escupid que son los cuartos! Din-don... -Pfbbbbbbbb... -¿qué son
qué?
Din-don... -Los cuartos... Ton... -¡Ahora,ahora!
Ton... -¡Una! -¡Que no, que vamos por la segunda!
Ton...
-Pues me meto dos... Ton... -Seis... -¿Cómo que seis?
Ton...
-A mí ya no me caben más, ¿eh? Ton... -¡Eh!, ¡deja mis
uvas, cabrón!
Ton... -¡Es que se me ha caído una al suelo! Ton...
-Bgrfds...
Ton... -Bggggdffffff... Ton... -A mí ya no me quedan...
Ton...
-¡Pues a mí me sobran cuatro!
Ton... -mamá el abuelo está morado.... Y cuando acaban,
toda la familia con la boca llena de babas, adarse besos: -Fffffelifsz año,
eeeeeeeeeh, felifzcidadef, grfdddfd... Y suena el teléfono: ¡riiiiiiiiiing!
-¡Pero coño! ¿Ya están llamando? ¿No se pueden esperar? -Pues a mí todavía me
sobran dos... -¡Champán, que alguien venga el Champán! Pero, bueno, vamos a ver
¿a vosotros os parece lógico empezar el año así? ¡Qué estrés, de verdad!
Pero como es Nochevieja... tienes la obligación de
divertirte. Así que después te vas a un fiestorro a un sitio en que, si caben
mil personas, el dueño ha decidido meter a cinco mil doscientas.
¡Y si no te gusta te quedas en la calle, con la pelona que está cayendo!
Porque en Nochevieja siempre hace un frío que pela.. Así que entras.
Lo bueno que tiene ir a un sitio así es que te puede pasar cualquier
cosa. A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan tranquilo, tomándome
mi cubatita de garrafón, cuando de repente un tío me cogió por detrás y me
dijo:
-¡¡¡¡COOOOOOOOONGAAAAA!!!!!
Y, claro, que vas a hacer, pues te pones a bailar... ¡Eso te lo hace un
tío en el autobús y le partes la cara! ¡Pero como es Nochevieja... ! ¡Pues
hala! Y de repente te das la vuelta y llevas cien personas enganchadas a tu
culo. ¡A ver como escapas de ésta! Porque una conga es como una secta: entrar
es muy fácil pero salir es muy jodido. Porque en el garito hay como doce congas
girando a toda pastilla...
Bueno, pues iba yo conduciendo mi conga... por mi derecha, cuando, de
pronto, me veo venir en dirección contraria una conga suicida acojonante
conducida por un gordo con casco de vikingo. Yo le iba a hacer ráfagas, pero
como las congas no llevan ni luces ni nada... pues, para evitar la colisión, di
un giro brusco a la derecha... ¡Y me tragué entera una columna de
>espejitos!
¡Siniestro total!
Doce heridos leves y una columna de espejitos destrozada. Y yo, con una
ceja abierta tirado en el suelo pensaba: "Joder, como me hagan soplar
ahora, la hemos >cagao". Y en ésas, me desmayé.
Al despertar estaba en la sala de urgencias, rodeado por todos los de mi
conga. Algunos todavía no se habían desenganchado; habían venido corriendo
detrás de la ambulancia.
Bueno, las urgencias en Nochevieja, hay que vivirlas.
Si en la sala caben cincuenta personas, el dueño ha metido a ciento
cincuenta... Como el de la discoteca. Y como allí también es Nochevieja, el
camillero lleva un gorrito de moro, la enfermera un collar de hawaiana y el que
te cose la ceja unos dientes de Drácula, ¡que te da una confianza... ! El tío
te dice: -¿Qué ha sido? ¿Con una moto? -No, con una conga. –
¡Ay!, si es que van como locos con las congas...
Cuando salí de allí me quería ir a mi casa, pero como era Nochevieja,
acabé a las ocho de la mañana con la ceja grapada en un bareto... -Oiga,
póngame un chocolate con churros a ese módico precio de 4 Euros de na. -Pues
sólo nos queda Nesquick y algunos dónuses... Es que los >últimos churros se
los han tomado los de una conga, ¡traían un cachondeo...! Había un gordo que
llevaba un casco de vikingo... ¡No le digo más!
Y es lo que yo le digo a los clientes: si no disfrutas en Nochevieja,
¿cuándo vas a disfrutar?
jajajjajajajaa menudo cachondeo. un beso preciosa
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